Sábado 20 de julio de 2019
Una oración mariana tiene la clave de la acogida con el si a la voluntad del Padre y con la alegría de quien ha conocido el Amor. Se ora para vivir amando y sembrar el mundo de la alegría del evangelio.
Una oración en el carisma marino de la Iglesia tiene la clave de la sencillez, la intrepidez de un corazón de mujer y la osadía de quien cree que para Dios nada hay imposible.
El Dios de la oración y el Dios de María que es el mismo tiene el sabor del Dios de lo imposible. Una oración tejida de silencios y de audacia es la que vive en su corazón con las entrañas de confianza de María.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres