DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO
MARTA Y MARIA.
Lc 10.
Betania es la casa de los amigos. El descanso del
Corazón de Jesús. Allí es recibido y Jesús se encuentra como en casa. Aparecen
en esta aldea tres maneras de relacionarse con Jesús. María que es el amor
contemplativo. Marta que es el amor que se hace servicio. Lázaro es el amor que
se deja elegir.
En este pasaje de Lucas, María acoge a Jesús y escucha
a sus pies los secretos de su Corazón en su Palabra viva. María se bebe a
sorbos la fuente de la vida de su Corazón. Su relación con Cristo esta
cimentada en la serenidad que da la contemplación. Es un camino que se hace
interioridad que se hace servicio desde un corazón enamorado.
Marta es amor hecho manos que sirven. Es un amor
entregado que tiene el peligro de un cierto stress que es la madre de todas las
crisis. Marta se pone nerviosa porque cree más en hacer que en ser. Si la
entrega de nuestra vida no está cimentada en un amor contemplativo tiene el
peligro de olor a quemado. Marta y María expresan las dos juntamente y no
separadas que no existe autentica caridad sino se cimienta la dimensión
contemplativa de la vida y una vida de oración que no se hace servicio de amor
y caridad no tiene el sello de origen y autenticidad del ser cristiano.
+ Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres