Domingo 21 de julio de 2019
Orar el día del Señor es descansar en la convicción de que somos amados incondicionalmente por el Amor de los amores. Es lanzarnos a la caridad. Es amar hasta el extremo.
Una oración cristiana se vive desde Cristo para sembrar el corazón de alegría y de paz.
Es siempre el encuentro con Cristo el que nos hace atravesar nuestras noches y oscuridades con la luz que siempre nos lleva a la verdad del amor.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres