Sábado 13 de julio de 2019
Se aprende a orar orando. Al andar se hace camino. Aquellos que quieren nadar sin tirarse al agua os digo que nunca nadaran.
Es necesario hacer cada día la experiencia de dedicar un tiempo a Dios y ser constante. Es orar poniendo desde nuestra pobreza alma vida y corazón.
Las distracciones no impiden que podamos amar al Señor y mostrarle y demostrarle que de verdad le amamos. A lo que no se dedica tiempo y vida hace tiempo que murió en nuestro corazón.
Dime a lo que dedicas tu tiempo y te diré lo que amas. Es necesario dedicar tiempo al Señor porque quien deja de orar y dedicar tiempo a Jesús, en el fondo Dios acaba siendo nadie. María como mujer orante atraviesa la existencia creyendo y amando al Dios de lo imposible.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres