CUARTO DOMINGO DE
PASCUA.
YO DOY LA VIDA.
Jn 10, 27-30.
El domingo del Buen Pastor Juan nos presenta
realizado en Jesús lo que siempre su Padre Dios quiso, apacentar a sus ovejas.
Lo cumplió en Cristo y en los que se unen en los sentimientos del Corazón de
Jesús para pastorear con bondad y misericordia.
La clave del Buen Pastor es que no ahorra nada
hasta dar la vida por cada una de las ovejas. No hace otra cosa que amar hasta
que duela el Corazón y las entrañas de Aquel que no nos ha amado hasta el final.
Tres son los escenarios donde el Buen Pastor
desarrolla su locura de amor sin desfallecer ante las dificultades de la vida.
Primero en los montes donde las ovejas con miles de peligros tratan de
alimentarse y salir adelante. Esas ovejas que se contemplan en los rebaños por
montañas, donde el pastor se implica caminando hacia adelante para que no se
paren y no lleguen a su destino feliz. Camina a su lado para que experimenten
la alegría y el gozo de la cercanía de sus pastores que detectan los peligros
del rebaño y las asechanzas del lobo. También como pastor bueno y hermoso,
camina detrás para que experimenten las ovejas débiles y torpes que el Señor no
las deja y las lleva sobre sus hombros, junto a su Corazón para que no se
extravíen más.
El segundo escenario son los valles donde las
ovejas tienen el peligro de la mediocridad, de dormirse en los laureles, de no
seguir adelante. A veces una vida demasiado fácil y sin esfuerzo conduce al
rebaño a la paz de los cementerios. En este escenario del valle, hay que
recordar siempre los cuidados sin dormirse en la comodidad, de la hierba
abundante y pastos sabrosos, y no olvidar que vendrán cañadas oscuras, y que el
límite de la confianza en Dios es confiar sin límites.
El último escenario es el Corazón abierto del
Buen Pastor, que es pastor y pasto, como alimento de las ovejas que viven en la
intemperie y periferias de la vida. Jesús al ser pastor y pasto, une en su
Corazón entregado el secreto de su amor ofrecido incansablemente en la
Eucaristía y en el servicio a los pobres.
En su
Corazón traspasado por su bondad y por su entrañable misericordia con los
pobres descubrimos y vivimos lo que realmente significa el pastor que entrega
la vida por sus ovejas.
+ Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres