Domingo 12 de mayo de 2019
Orar el día del Señor es vivir la centralidad de la Eucaristía y la fraternidad en familia, en comunidad, en la parroquia.
Sin oración no hay domingo plenamente cristiano que tiene la Eucaristía como centro y cumbre de la vida.
Cuantos no se enteran del domingo. Cuantos viven este día sobreviviendo.
Cuando comenzaba mi juventud y antes del encuentro con Cristo que cambió mi vida, siempre sentía una profunda tristeza y melancolía al volver a casa las tardes de domingo. Volvía sin haber vivido nada. Con un vacío aplastante. Ahora todo es distinto.
Contigo Señor y como tu no cambio mi vida por nada. El gozo de haber vivido el domingo a tu lado me hace vivir en una alegría que no tiene fecha de caducidad.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres