SEDUCCIÓN-ERIZO
Somos seducidos cuando
descubrimos que el Señor nos acecha con su Amor y su Ternura. En mis múltiples
encuentros con la gente descubro que se
defienden de la seducción convirtiéndose en erizo. Ante los de fuera que tratan
de ayudarme con la seducción para que salga de sí mismo y se abre al otro,
respondemos como los erizos con las puntas como armas para no aceptar lo que
nos ofrece.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres