BONDAD DE CORAZÓN
Aquella mirada me recordaba
siempre la bondad de corazón. ¿Cómo
sería Dios de bondadoso que ha amado los
corazones humanos? Sólo existe bondad cuando hemos vivido la bondad del Señor
que ha entregado su vida por nosotros. En la medida en que nuestro corazón se
hace bondadoso, nos abrimos al otro de un modo misterioso, a la alegría de
sentirnos aceptados verdaderamente.
Me ocurrió este encuentro en
una de mis visitas a un pueblo donde percibí cuánta bondad se encierra en el
corazón humano.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres