JERUSALÉN
He salido a recorrer tus calles, las dejaste impregnadas todavía de tu perfume y d t u olor a una presencia sencilla. Ha sido genial caminar y descubrir que Tú no estás lejos de nada ni de nadie. Más cerca de mí que del átomo y la rosa. Te he contemplado en todas las calles y lugares de la ciudad de la Paz. Me he acurrucado para ver cómo llovía intensamente. Me he abrigado para poder caminar cuando caía el relente de la noche. Incluso caminando con agua nieve he recorrido tus calles buscando tu Rostro, tu Corazón.
Siempre en Jerusalén he estrenado la emoción de tu presencia en medio de tu pueblo. ¡Una gozada!
+ Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres