jueves, 13 de febrero de 2014

Buscador



Siempre he sido un buscador incansable de tu alegría.
No me conformo más que contigo, Señor.
Cada momento sin Ti
me parece tiempo perdido.
Cuando llega la noche
cierro la puerta de mi casa
y abro mi corazón,
y descubro que puedo decir
“desde que tú entraste en mi vida,
confieso que he vivido”.
Amén.