¿Sabes,
Señor?
Esta
ventana me habla de esperanza,
de
luz que contagia alegría,
del
gozo de ser transparente.
A
veces nuestro corazón se viste de otoño
y,
sin embargo, Tú nunca estás lejos.
Te
acercas a mi vida
para
llenarla siempre
de
la luz de tu Presencia.