Sé
de tus cansancios de cada día,
de
tus múltiples temores,
de
tus grandes conflictos.
Sé
de tu vacío cuando te vas a acostar
y de
tus noches oscuras
cuando
parece que todo se acaba.
Piensa
en mí
cuando
no puedas más;
háblame
con tus gritos de miedo
y
tus palabras de cansancio.
Cuando
no puedas más
acude
a mi, que te quiero,
que
soy ternura en tu noche,
alegría
en tus momentos oscuros.
¿Sabes
una cosa?
Tu
nombre está escrito en mi Corazón;
te
amo como eres y siempre;
me
sé de memoria tus quejas
y
las escucho una por una.
Siempre
te llevo en todo mi ser.
Y
cuando no puedes más,
me
gusta acercarme a ti de puntillas
y
estrecharte contra mi Corazón.