martes, 8 de octubre de 2013

Auxilio



Señor,
acércate a nosotros,
que estamos necesitados.
¿No ves que sin tu auxilio perecemos?
Venimos a ti
cuando cae la noche en nuestros corazones,
porque Tú nos has convencido.
El Evangelio, a veces, es terrible,
pero el Señor siempre viene,
al final, en nuestro auxilio.
Ahora que nuestros pasos son vacilantes,
acude, Señor, en nuestra ayuda.
De lo contrario, perecemos.
Amén.