• Bienaventurados los
que saben reírse de sí mismos…
porque tendrán
diversión para rato.
• Bienaventurados los
que saben distinguir una montaña de una piedra…
porque se
evitarán muchos inconvenientes.
• Bienaventurados los
que saben descansar y dormir sin buscarse excusas…
porque llegarán
a ser sabios.
• Bienaventurados los
que saben escuchar y callar…
porque aprenderán
cosas nuevas.
• Bienaventurados los
que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio…
porque serán
apreciados por quienes les rodean.
• Bienaventurados los
que están atentos a las necesidades de los demás sin sentirse indispensables…
porque serán
fuente de alegría.
• Bienaventurados los
que saben mirar sabiamente las cosas pequeñas y tranquilamente las cosas
importantes…
porque llegarán
lejos en la vida.
• Bienaventurados los
que saben apreciar una sonrisa y olvidar un desaire…
porque su camino
estará lleno de luz.
• Bienaventurados los
que saben interpretar benévolamente a los demás, aún en contra de las
apariencias…
porque serán tomados
por ingenuos, pero éste es el precio de la caridad.
• Bienaventurados los
que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar…
porque evitarán
muchas tonterías.
• Bienaventurados los
que saben reconocer a Dios en todos los hombres…
porque habrán
encontrado la verdadera luz y la auténtica sabiduría.