miércoles, 15 de mayo de 2013

Acurrúcame




Acurrúcame, Señor,
en tus brazos inmensos,
en la ternura de tu Corazón
para encontrar la paz
en el duro bregar
de cada instante.
Acurrúcame, Jesús mío,
cuando llegue la tormenta,
cuando arrecia el huracán,
cuando nos cansamos
por tanta fatiga
acumulada
Acurrucarnos siempre, Señor,
en la palma de tus manos
haciendo nido en tu interior
para sentirnos seguros
cuando cae la noche.
Amén.