1. No me tengo
que salir de lo que soy en mi vocación laical para santificarme.
2. Saber en la
práctica que “entre los pucheros anda Dios”.
3. Es una
llamada a transformar el mundo según el Corazón de Dios.
4. Descubrir
este mundo que Dios lo ha amado con el Corazón de Cristo.
5. Donde hay más
oscuridad es más atractiva la luz.
6. No desalentarse
ante las adversidades que podemos vivir.
7. Vivir la
realidad con unos ojos creyentes asombrados de tanto amor.
8. No “tirar la
toalla” ante las dificultades que nos sobrepasan.
9. No renunciar
nunca a la esperanza cierta de un amor que triunfa siempre.
10. No vivir más
que en el Amor sin fronteras.