1. Ayúdame,
Señor, a ser radical, sin ser fanático.
2. Ayúdame a ser
contemplativo con las manos en la masa.
3. Ayúdame a
vivir gozoso, sin olvidar a los olvidados.
4. Ayúdame a
reconocerme pecador, sin ser corrupto.
5. Ayúdame a ser
humilde, sin ser cobarde.
6. Ayúdame a
sembrar sin desfallecer, aunque no vea el fruto.
7. Ayúdame a ser
cercano respetando al otro.
8. Ayúdame a
vivir cantando tus Misericordias en la noche oscura.
9. Ayúdame a la
alegría esperanzada, cercano a los que no la tienen.
10. Ayúdame a vivir en la confianza aunque
esté en la intemperie.