Miércoles 17 de julio de 2019
Muchos momentos de oración serán permanecer en silencio bajo la mirada del Corazón de Cristo. Otras veces será mirar como El te mira. Sencillamente leer la Palabra de Dios de cada día y sin prisas saborearla sabiendo que es una carta de amor que el Padre nos dirige a cada uno como respuesta a nuestros interrogantes.
Quien no ora cada día no sabe lo que se pierde y que no se encontrará nunca con todo lo que merece la pena en la vida.
Dedicar un tiempo a la oración es despertar el asombro, el deseo de vida plena y la entrega generosa con los que viven en todas las periferias existenciales y geográficas.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres