viernes, 26 de julio de 2019

DIA DE LOS ABUELOS-SAN JOAQUIN Y SANTA ANA


En la fiesta de San Joaquín y Santa Ana
26 de Julio

Queridos abuelos.                                       

Siempre recuerdo con afecto y ternura a mis abuelos. Recuerdo que mis padres decían de mi abuela Antonia que con tantos rosarios rezados se nos iban a meter todos los hijos a curas y monjas.                   
En la fiesta de San Joaquín y Santa Ana celebrando a tantos hombres y mujeres que pasaron por esta vida haciendo el bien y sembrando la esperanza, voy como obispo a daros diez veces las gracias.                
1. Gracias por no exigir nada y darlo todo a cambio. Tenéis la experiencia de sufrimiento y austeridad. Habéis vivido momentos complicados y seguís en la brecha.                                  
2. Gracias por vuestro amor en el trabajo cumplido y en la alegría del bien hecho y realizado cada día.       
3. Gracias por las infinitas veces que os habéis quedado con nosotros en las duras y las maduras. Cuantos sacrificios para hacernos felices.         
4. Gracias porque habéis unido a las familias en todas las fiestas y cumpleaños en todos los días sencillos y grandes de la vida con vuestras grandes virtudes.                    
5. Gracias por saber estar y haber hablado cuando había que hablar y haber sabido callar cuando era necesario.                                                 
6. Gracias por llevarme a la escuela y por recogerme con tanto cariño que estaba deseando cada día encontraros.                                                
7. Gracias por enseñarme a rezar a tus devociones de toda la vida, por enseñarme que se puede ser cristiano, creyente en medio de los problemas que continuamente nos aquejan.                                        
8. Gracias por no renunciar a vuestras raíces a la alegría de compartir con los amigos a tratarnos siempre sabiendo lo que nos hace inmensamente felices.           
9. Gracias porque cuando a veces los años nos hace descubrir nuestra fragilidad y torpezas y las habéis vivido todo como envejece el buen vino para mejorar y seguir sembrando bondad hasta que el cuerpo y alma aguante.                              
10. Gracias porque con vosotros nuestros queridos abuelos, queridos mayores vamos aprendiendo la realidad de una vida vivida desde el amor y con entrañas de misericordia. 
Sabemos que Dios no es el aguafiestas de la vida sino aquel que nos hace vivir la vida como la verdadera fiesta que nunca se acaba cuando la vivimos como vosotros desde los límites vividos con amor que nos lleva a ser y a vivir con esperanza.    

+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres