Sábado 8 de junio de 2019
Una oración sencilla y profunda, llena de ternura y realismo, capaz de digerir la cruz y vivir en el gozo de quien ha conocido el Amor, es la oración de María peregrina de la fe. El carisma mariano en la Iglesia con María siempre ha realizado las claves de la mujer orando en medio del pueblo y viviendo en la santidad de lo pequeño.
Una oración que no busca brillar ni espectacularidades sino la mística de lo humilde y sencillo, amando como a lo tonto y en una profunda sencillez tejida de esperanza. Oremos en la escuela de María y aprendamos la oración del hágase, de caminar aprisa a la montaña a servir, a permanecer junto a la cruz en silencio y ha estallar de alegría cada amanecer con el Resucitado.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres