Sábado 29 de junio de 2019
Corazón Inmaculado de María
Orar en la escuela del Corazón de María es vivir con la dirección obligatoria puesta en vivir con los sentimientos del Corazón de Cristo. Es estrenar ternura. Descansar en sus brazos de Madre. Es cerrar la puerta a la tristeza que mata. Es como decia San Agustín vivir en el paraíso en el cielo del agradecimiento. Agradecer es vivir.
Si nuestro corazón vive en el infierno de la queja, una vida lánguida e insoportable porque el infierno es la patria de los que nos descubren ningún motivo para agradecer y se instalan en la desesperación de no salir de si mismo por no descubrir el cielo de quien sabe agradecer.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres