viernes, 28 de junio de 2019

HOMILIA DOMINGO XIII T.O.30-06-2019


DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO.


SEGUIR A LAS DURAS Y MADURAS.

   Lc 9, 51-62.



Seguir a Jesús a las duras y maduras significa poner los ojos en quien tiene abierto el Corazón y descubre que la recompensa de quien sigue a Cristo es el mismo Cristo.

 Tres son las claves que destaca Lucas para hablar del seguimiento de Jesús y cuáles son las exigencias.

Primero, deja que los muertos entierren a sus muertos. Es decir si quieres seguir al Señor no te quedes en el pasado, en la nostalgia de quien vive en la tristeza de lo que pasó, de lo que a veces nos cuesta enterrar a nuestros muertos, aquello que no nos deja vivir en el hoy.

Segundo, el no despedirse de los familiares, de los padres, en el fondo es no ser esclavo de afectos que son desordenados y que no nos conducen a vivir en la entrega total de la libertad de los hijos de Dios. El seguimiento de Jesús es una radicalidad que no se puede anteponer nada, pero no nos hace personas sin corazón y sin sentido común. Es necesario seguir a Jesús poniendo nuestros ojos y corazón en lo que no tiene ni tendrá fecha de caducidad.

Por último el Señor nos vuelve a insistir en no mirar atrás. En no quedarse en nuestras propias fuerzas. El Señor no elige a los capaces sino que capacita a los que elige. Crea un corazón nuevo. Nos invita a caminar sin mirar atrás, a tener siempre la alegría de no vivir con un cadáver en el corazón, de aquellos que siempre les pesa tanto el pasado y la vida, que no son capaces nunca de ponerse en camino, en el seguimiento de Cristo Resucitado, y olvidarse lo que nos hace languidecer sin esperanza.


+ Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres