Martes 11 de junio de 2019
Orar es respirar esperanza. Es vivir de una fe a veces dolorosa y siempre como peregrinos al encuentro de lo Absoluto que es Jesús amando con un corazón humano.
Orar es vivir con los sentimientos de un corazón manso y humilde. Es creer con María que para Dios nada hay imposible. Es tener los ojos y el corazón abierto al asombro. Es otro estilo de vivir donde por dentro se crece en paz y armonía y por fuera se expresa con la alegría de quien sirve porque ha conocido el Amor.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres