Lunes 3 de junio de 2019
La oración como encuentro con Jesús siempre te abre el Corazón a la esperanza.
Orar es vida acogida y entregada. Es lucha y contemplación. Es vivir siempre con la confianza de que el Señor siempre nos bendice cuando somos buscadores incansables de su voluntad que nos hace inmensamente felices y gozosos.
La oración de cada día nos va educando para vivir con los sentimientos del Corazón de Cristo.
Orar es vivir de una fe que se hace como la de María intrépida para cumplir los preceptos de su Corazón.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres