Martes 9 de abril de 2019
Es claro como el día que la oración es un camino de encuentro personal con Jesús que muchas veces se vive como se puede. Es como si se recorriesen para madura, como la fruta las estaciones del año.
Está claro que la manzana para que esté dulce y sabrosa debe pasar por el crudo invierno. A veces intervalos de primavera. El fuerte sol del verano es necesario para que se madure a la intemperie. También el otoño es necesario para que el árbol adquiera consistencia y se prepare la fruta en su sazón.
Todo es necesario en la unión con Dios para crecer en amor y confianza. Es necesaria la poda, el cortar con lo que nos impide el crecimiento en santidad.
Muchas veces, las que el Señor quiere nos regala la ternura de su Corazón y la alegría profunda en medio del invierno de la cercanía de la primavera.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres