Martes 26 de marzo de 2019.
Siempre al orar nuestra vida se va construyendo sobre la alegría de ser de Dios, la lucha por vivir en el olvido de si y el lanzarnos para ser para los demás.
No se ora más que para beber de la fuente del amor y servir con la vida a los que el Señor pone en nuestro camino.
Día a día cuando la oración es el encuentro y trato de amistad con quien sabemos que nos ama, el corazón y la vida se van transformando en un amor entregado.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres