Dedicar tiempo a Dios, trampolín de santidad y entrega en amor
Una vida sin oración, sin beber de la Fuente del Corazón de Cristo, no puede sostener una vida de caridad y de servicio a los pobres.
Sin dedicar tiempo y vida a Dios, acaban siendo los necesitados los grandes perjudicados.
Como repetía Benedicto XV el tiempo dedicado a Dios es ya caridad, es pastoral es evangelización, es el trampolín de una entrega en amor y santidad.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres