Contemplar al Crucificado
El sufrimiento no lo quiere Dios, que como Padre siempre actúa a nuestro favor.
El Señor en su bondad escribe derecho con renglones torcidos y San Pablo dirá que Dios hasta de los males saca bienes.
Es la oración, el trato personal con Cristo el que nos ayuda a digerir el sufrimiento.
La contemplación del crucificado nos pone en la órbita del amor, que vence al dolor y la muerte.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres