Segundo domingo de Pascua
de la Divina Misericordia.
Su corazón misericordioso nos cautiva y enamora y nos lanza con el papa Francisco a un iglesia en salida, para ser buena noticia para los que sufren.
Hay que volver una y otra vez a la profunda conversión del corazón, que no se alcanza mas, que con la oración humilde y la confianza del abandono en su misericordia.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres