jueves, 8 de octubre de 2015

XIV SINODO EN ROMA: MISIÓN DE LA FAMILIA EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO

EL XIV SINODO ORDINARIO DE LOS OBISPOS SOBRE LA VOCACIÓN Y LA MISIÓN DE LA FAMILIA EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO (ROMA OCTUBRE 2015)





         La Iglesia Universal está celebrando en Roma un Sínodo ordinario de los Obispos, después de preparar el camino con la celebración de uno extraordinario (2014). Nuestra diócesis ha participado activamente respondiendo a las dos encuestas enviadas antes de cada Sínodo.  Este encuentro de unos 270 obispos trabajando unidos con el Papa y aceptando su autoridad es un signo magnífico de la colegialidad episcopal, una de cuyas tareas es aconsejar al Santo Padre en las cuestiones que él tenga a bien proponerles, en este caso el tema es La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo.
         ¿Qué se propone, entonces, el Sínodo? En primer lugar, profundizar en el matrimonio como una vocación a la santidad, como una modalidad de poner el práctica la llamada común de todos los cristianos a la santidad viviendo en el amor. Por eso este Sínodo no es doctrinal, sino que quiere buscar el modo de proponer al hombre y a la mujer de hoy, secularizados e individualistas, poco amigos de compromisos estables, la concepción cristiana del matrimonio como unión en el amor de un hombre y una mujer para, mediante la fecundidad, fundar una familia. En segundo lugar, buscar nuevos caminos para que la familia, como sujeto evangelizador, lleve a cabo su misión insustituible de dar testimonio y anunciar la belleza del evangelio del matrimonio y de la familia, muchas veces a personas heridas por las rupturas familiares a diversos niveles. Hemos de acudir con amor a las periferias existenciales y acoger a las personas excluidas por la cultura del descarte, como nos dice el Papa Francisco. Para eso, hacen falta nuevas formas, un estilo nuevo, para que el matrimonio y la familia no se conciban como la tumba de la libertad, sino como el lugar para vivir el amor entregado que lleva a cada persona portadora de esta vocación a la plenitud de vida. Solo las familias que han experimentado la acción de Jesucristo y están agradecidas por ello pueden ser agentes de esta pastoral innovadora. Las familias transformadas por Cristo son les mejores agentes para la transmisión de la fe a las nuevas generaciones.
         Todo lo dicho nos invita a rezar por este sínodo ordinario de la familia, pues hacen falta respuestas fieles y creativas para afrontar los problemas, muchos de ellos nuevos, de la pastoral familiar. Las decisiones del sínodo debemos esperarlas con corazón abierto para poder dar respuesta a los problemas de la pastoral familiar en nuestra diócesis, poniendo todos los medios con que contamos para llevarlas adelante: delegación de familia y vida, parroquias y arciprestazgos, el COF diocesano y los movimientos, nuevas realidades, asociaciones y centros de enseñanza que trabajan directamente con las familias y que afrontan a diario cuestiones complicadas. Quiero bendecir hoy a todas las familias de nuestra diócesis, a los padres y madres, a los hijos y a los abuelos, y animarlos a anunciar con sus vidas la belleza del evangelio de la familia y de la vida.

+ Francisco Cerro Chaves

  Obispo de Coria-Cáceres