CONVERSIÓN
Convertirse es volver una y
otra vez la mirada al Dios de la Vida.
Contemplando a Jesús “la belleza que salva” se regenerará nuestra vida por la
esperanza. Es necesario volver una y otra vez a pedir al Señor que nos conceda
vivir con “los sentimientos de Cristo” Cuando se vive con el deseo de transparentar
la luz de Dios el corazón queda inundado del gozo del Amor de Dios.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres