Cuando
me acerqué a la cruz, contemplé que realmente tu sed era espantosa. Pero…, ¿qué
sed?... Sed de mí, sed de amor.
Tu
amor a cada hombre es único e irrepetible y vas sembrando amor por donde quiera
que caminas. Tu sed es saciada solamente con amor.
Desde
que te conocí, creo que mi vida cambió. Tu amor es total. Ahora sé que no me
amas en bromas. Que tu amor es verdadero y auténtico y que te acercas siempre a
mi, como las olas del mar a la playa.
Gracias
por quererme con todo tu Corazón.
Gracias
por tener sed concretamente de mi amor.