miércoles, 8 de enero de 2014

Te doy gracias



Jesús estaba radiante.
Tenía el gozo del Espíritu Santo
y dio gracias al Padre.
Saber agradecer es vivir a tope.
Pasar por esta vida sin un “gracias” es no vivir.
Jesús tenía su Corazón lleno de amor.
Su Corazón estalla en sinfonía de agradecimientos.
Así tiene que ser nuestro corazón…
un océano habitado de acción de gracias.
Pasar por esta vida estando agradecido
de tanto como hemos recibido.
¿Por qué nos quejamos
cuando hemos recibido tanto?
Te doy gracias, Señor,
porque has estado conmigo siempre.
Contigo la vida es más vida
y sabe más a ternura y amor.