¿A
quién acuden los hombres
que
no creen en Ti?
¿Con
quién se consuelan
cuando
llega la noche?
¿Pueden
ser felices sin Ti?
¿Cómo
llenan su inmensa soledad
sin
Ti?
¡Ah,
Señor!,
La
verdad es que
no
sabría vivir sin Ti.
Mi
gozo se llama tu Presencia,
mi
alegría tu Corazón.
Podría
vivir sin salud,
sin
dinero,
sin
aplausos, sin éxito,
pero
no podría vivir
ni
un instante sin Ti,
porque
tú eres, Jesús,
el
gozo desbordante de mi vida.
Eres
Vida de mi vida.
Amén.