Ser
ternura en nuestro mundo,
a
veces helado como la escarcha,
sin
echarse para atrás,
sembrando
siempre el Evangelio.
Ser
ternura de tu Corazón,
para
los pobres y enfermos,
para
todos los sin techo,
y
llevarles a todos
al
abrazo de tu Corazón.
Amén.