Siempre,
Señor, te siento cerca.
Cuando
llega la noche
Tú
vienes a mi vida
y me
estrechas contra tu Corazón.
Desde
que te he ido conociendo,
estoy
seguro que nunca
estás
lejos de mi,
ni
lejos de nadie,
pues
estoy convencido
de
que tu delicia
es
vivir la vida de la gente
Amén.