Sé,
Señor, que orar no es sentir,
que
puedo estar contigo
y
disfrutar de tu amor,
aunque
por dentro
me
sienta cansado y aburrido.
La
fe me dice
que
tú habitas en nuestro corazón
por
tu Presencia Trinitaria,
del
Padre que es todo Ternura,
del
Hijo que es Vida,
del
Espíritu Santo que es Amor.
Gracias,
Señor,
por
encontrarte conmigo
en
el interior de mi pobre corazón
que
desea ser
totalmente
tuyo.
Amén.