Editorial: Monte Carmelo
Año de edición: 2002
ISBN: 978-84-7239-718-7
Quien visite Torrelobatón, o simplemente
pase al lado de este pueblo castellano, podrá admirar su hermoso castillo. Pero
el que se detenga y entre en su iglesia “Santa María”, tendrá además la oportunidad
de estar al lado de la pila en la que recibió el bautismo el Venerable
Francisco Bernardo de Hoyos el 5 de septiembre de 1711.
Ésta fue la gracia fundamental, la muestra básica
de amor, que recibió de Dios el P. Hoyos: la gracia de la fe celebrada en el
bautismo. Otras gracias posteriores, le ayudaron sin duda a desarrollarla, y a los
cristianos nos viene bien recordar el regalo de la fe como una semilla que
había de germinar y crecer.
El joven Hoyos, en sus escasos años de vida,
sintió por distintos caminos, casi siempre cerca de la Eucaristía, lo mucho que Dios le quería.
Su vida se llenó de sentido al agradecer esas muestras de amor y gastar sus
energías en trabajar para que muchos también conocieran al Dios de la
misericordia y vivieran agradecidos.
En nuestro tiempo, casi trescientos años
después y ya en el Tercer Milenio de vida cristiana, sigue siendo una suerte
saber que Dios nos ama. Sólo así el hombre de hoy tendrá fuerzas para colaborar
en la trasformación del mundo haciéndole mejor para todos. Ojalá que quienes
lean este libro perciban que Dios también ha pensado en ellos y les tiene cerca
de su Corazón y cuenta con ellos.
Muchos hemos oído decir que el cristiano del
s. XXI será místico o no será cristiano. Mi deseo es que quienes conozcan quién
fue el Padre Hoyos, se sientan invitados a conocer cada día mejor a Jesús, a
tratar con Él, a gustar de su amistad, a dejarle que esté cerca de ellos en la
Eucaristía y en la vida.
José
Mª Gil García
Párroco
de Torrelobatón (Valladolid)
(Del prólogo del
libro)