HA MUERTO MI AMIGO
Me lo tuvieron que repetir
muchas veces. No me lo creía. ¿Cómo puedo creerlo si no lo acepto? He caminado
solo por la ciudad. Me he emborrado de razones para protestar contra todo y
contra todos. Me trago las lágrimas mientras solo paso por los semáforos hacia
el tanatorio. Sólo puedo vivir con la esperanza de que mi amigo vive, aunque yo
me muera de tristeza mientras camino por la ciudad.
Ha muerto mi amigo y
nuestras protestas contra Dios y contra todo, me agarro fuertemente a la
esperanza de que tu Amor es siempre la solución.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres