Meditar el Evangelio de hoy con tres puntos.
XIV Domingo del tiempo ordinario. 5-7-2020
Mt 11,25-30.
Este
es el evangelio donde Jesús con su corazón manso y humilde hace la
única promesa de su corazón de ser en todos los momentos de nuestra vida
nuestro descanso. Durante toda la lectura del evangelio de Mateo que se
inició presentando el Reino de Dios con las bienaventuranzas como
carnet de identidad de un cristiano, acaba aterrizando en que la clave
de vivir las bienaventuranzas es tener un corazón manso y humilde para
encontrar el verdadero descanso del vivir
1.
Cuando puede resultarnos complicado el seguimiento de Cristo. Cuando las
aplicaciones del evangelio pueden aparecer exageradas y que no podemos
con ellas, hay que contemplar al Señor de Corazón abierto y saber que
por Cristo, con El y en El, hacemos camino al andar. No es cuestión de
puños y menos de ponerse nervioso...es más bien dejarse en sus manos,
con su gracia, con una confianza, de que todo lo podemos en Aquel que
nos conforta.
2. Siempre que nos tomamos en
serio el seguimiento de Jesús tenemos el peligro de confiar solo en
nuestras propias fuerzas. Es quedarse en que ser cristiano es una
especie de ser un rambo, un supermán y nos encontramos que nos vamos
convirtiendo en constructores de fracasos, hasta llegar un momento en
que tiramos la toalla pensando que no hay nada que hacer. Siempre la
comunión entre la gracia y nuestra colaboración desde una profunda
humildad, es donde nos jugamos la santidad.
3.
A vivir con los sentimientos de su Corazón se llega con la confianza de
la sabiduría de los pobres. Es aprender contemplando a tener un corazón
manso y humilde. Viviendo en el asombro de quien ha conocido el amor y
sabe como María creer en el Dios de lo imposible.
+ Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo.Primado de España.