Martes 8 de octubre de 2019.
Me he convencido de que no se orar. Aprendo todos los días. Es lo que decía San Pablo que como no sabemos orar el Espíritu Santo viene en nuestra debilidad. Nos hace humildemente reconocer que como un niño pedimos con las manos alzadas que nos levante su misericordia entrañable y nos estreche contra su Corazón.
A orar se aprende orando. Como se aprende a amar amando.
De pronto se inunda mi corazón de una paz y una alegría que ni yo mismo me lo creo. Es que me estrechas y me invitas a olvidarme de mi mismo para vivir en la alegría de la entrega.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres