Lunes 2 de septiembre de 2019
Orar cada día tiene el riesgo de un amor llamado Jesús que nos conduce el camino hacia las periferias. No se ora para no tener dificultades en la vida, sino para vivir la vida desde el Corazón de Jesús, para vivir con sus mismos sentimientos.
Oramos para vivir y vivimos a tope, en la verdadera vida con Dios en la medida en que oramos.
Es la oracion la que nos hace salir de nuestras mediocridades y nos adentra en la tierra prometida de una vida fecunda con Cristo por El y en El.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres