Jueves 8 de agosto de 2019
Orar la Palabra de Dios es leer una carta de amor que se nos dirige a cada uno como respuesta personal a todo lo que busca y anhela nuestro corazón.
Esa palabra meditada y rumiada como María cuando se guarda en el interior es siempre vivir en su misterio de amor y vida.
Es precioso saber que será la oración como trato de amistad lo que nos hace curar tantas heridas que nos deja la vida para lanzarnos a la contemplación de descubrir el latido del Corazón de Cristo en todo lo que fue creado de un modo admirable y mas admirablemente redimido.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres