Jueves 1 de agosto de 2019
Orar es siempre desde la profunda humildad abrirse a quien tiene abierto el Corazón . El tiempo que nunca perdemos es el dedicado a Dios porque se hace irremediablemente servicio a la gente.
Dediquemos tiempo al encuentro con el Señor meditando su Palabra y contemplando su Amor entregado en la eucaristía .
Estoy convencido de que quien ora nunca se pierde y siempre acaba encontrando el camino de la santidad de vivir las bienaventuranzas.
Vivimos tanta esperanza como el tiempo que dedicarnos a estar a solas con Dios para ayudar a todos los que viven en las intemperies de la vida.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres