Viernes 14 de junio de 2019
Existe en la tradición orante de la Iglesia la oración llamada del corazón. Consiste en hablar de corazón a Corazón abierto. Es presentarle nuestra pequeñez para que la llene con su Misericordia. Es abrir el corazón sabiendo que nunca es impedimento nuestras pobrezas a que se luzca en nosotros su compasión y ternura.
Es la oración de la simplicidad de permanecer delante de Cristo Eucaristía con el asombro del Corazón enamorado. Es potenciar el asombro eucarístico que nos lleva a la contemplación adoradora y al rostro de los más empobrecidos de los que viven en todas las intemperies y sin ninguna esperanza.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres