Sábado 6 de abril de 2019
Siempre me ha impactado en el corazón la profunda oración de María. Su sencillez, su ternura y su capacidad de acogida del proyecto de amor del Corazón de Jesús.
No hay nada extraordinario, ni llamativo. Era la madre del hijo del carpintero. No hizo alarde de lo que era. En todo vivió como su Hijo. Atravesó la noche de la fe, tejiendo como hizo Penélope, sabiendo esperar porque el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones siempre es puntual a la cita del amor.
La Virgen María sabía que nada ni nadie nos podrá arrebatar el amor de Dios, ni el miedo, ni la angustia, ni la persecución...en todo vencemos facilmente por aquel que nos ha amado primero y que es el Vencedor en todas nuestras batallas.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria Cáceres