DOMINGO DE RESURRECCIÓN.
ÉL VIVE PARA SIEMPRE.
Tres son los escenarios donde nos convoca el
Resucitado al encuentro con el latido vivo de su Corazón.
Primero el cenáculo donde se encontró por
última vez en la última cena con los doce. El Resucitado es la eucaristía donde
se entrega a toda la humanidad con su cuerpo y su sangre. Desde la mesa de la
eucaristía se construye la verdadera fraternidad, como yo os he amado. Y no se
puede construir una vida fraterna y duradera sin ponernos a los pies de la humanidad
sufriente como Jesús que instituye la eucaristía unido indisolublemente al
sacerdocio a favor de los sufrientes.
Cristo resucitado nos convoca en el cenáculo diciéndonos
que el crucificado es el resucitado.
El segundo escenario del Resucitado es el lago
Tiberiades, el lugar de la vida, donde vive la gente y trabaja. Allí el Señor
resucitado alienta la esperanza de los que en la noche no han pescado nada.
Cristo resucitado nos convoca a vivirlo desde la vida cotidiana en nuestra
Galilea de los gentiles.
Por ultimo nos convoca en los caminos de la
vida, donde sale a buscar a los decepcionados y a los que no se acaban de creer
que vive para siempre y no acaban de romper con sus propias decepciones. A los
de Emaus les hace arder el corazón para que le descubran al partir el
pan.
+ Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres