Domingo con Cristo
Ponerse el mejor traje de fiesta y celebrar a Cristo resucitado en la eucaristía en este tiempo de Adviento.
Vivir no el domingo de los aburridos, de los que se pasan todo el tiempo en la cama.
Tomar la vida con el sabor de la alegría de crecer por dentro, de saborear la palabra, de adorar al Señor de la vida.
Un domingo con Cristo, no tiene nada que ver, con la cara larga que se descubre en las grandes ciudades, heridas de una tristeza de muerte.
Obispo de Coria-Cáceres