jueves, 17 de agosto de 2017

SINODO, A LOS INTELECTUALES

Mensaje a los intelectuales 



Me he encontrado en muchos momentos y ocasiones con aquellos hombres y mujeres que se dedican al desarrollo de la vida intelectual: profesores, maestros, investigadores, escritores. A través de las Delegaciones de Pastoral Universitaria y de Fe y Cultura, siempre me ha interesado, preocupado y sobre todo he valorado este mundo tan necesitado de pensadores y sabios...

¿Os cuento el Sínodo?

La Iglesia experta en humanidad, también es experta en valorar, potenciar y dialogar con el mundo intelectual. Cuando me decidí  después de consultar al pueblo de Dios el XIV Sínodo Diocesano, pensé en vosotros. Quería también agradecer vuestras fatigas, vuestra búsqueda de la verdad y también vuestra esperanza por formar a las personas,que un día serán clave para una sociedad y un mundo donde es necesario todo el bagaje cultural, científico para una sociedad que es necesario cambiar y ser transformada.

Primero. Quiero agradeceros una vez más vuestra vida  y vuestra participación en la vida de La Iglesia. Me consta que existen algunos grupos sinodales, formados especialmente por personas que tienen una función de servicio desde el pensamiento y desde un servicio científico, como también profesores, escritores y pensadores. Hay también grupos de profesores de Religión

Segundo. Aportar todo lo que vosotros veáis que es necesario para nuestras comunidades y que desde vuestro observatorio nos podéis ayudar a que nuestra Iglesia acoja a todos los hombres y mujeres que quieren ser fieles al Evangelio con el lenguaje al hombre de nuestro tiempo.

Tercero. Os animo a conocer la pastoral universitaria y nuestra Delegación de fe y cultura para participar en tantas realidades como se ofrecen para que seamos verdaderamente en medio de nuestro mundo, a veces poco receptivo, el mensaje de la verdad y del amor.

El Sínodo, que es el ejercicio de la corresponsabilidad, que el Obispo ofrece al pueblo de Dios, puede ayudaros y mucho, a que pongamos la comunión y el servicio a los pobres como clave de una Iglesia en salida, como nos recuerda el Papa Francisco. Una Iglesia que quiere salir a las periferias geográficas y existenciales y también para que en las intemperies donde viven tantos hombres y mujeres les pueda llegar la Buena Noticia de la salvación que se llama Jesús.

Os animo a formarnos bien. No quedarnos en la fe de los calcetines blanco de la primera comunión. 
Lo mismo que ha evolucionado y mucho vuestra formación intelectual y os seguís formando e investigando, también formaos en Teología, en doctrina social de la Iglesia, en lo que la Iglesia dice y quiere para el hombre de hoy.   


Vosotros tenéis mucho que contarnos y aportarnos. Lo necesitamos y nosotros tenemos a Jesucristo que es el tesoro de la persona y del corazón humano para ofrecerlo desde nuestra pobreza.


† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres