Siempre es tiempo de Dios
Siempre es el tiempo de Dios y de su misericordia.
Para el que ama, el que anda en amores, como decía San Juan de la cruz, ni
cansa ni se cansa.
Nos agota el egoísmo y el pecado, nos descansa la caridad, el amor a Dios y
a los hermanos.
Cuando ponemos en nuestra vida la lógica del don, el darse, la donación en
el amor, la vida es intensa, pero no agotadora, tenemos el cansancio bueno que
produce la alegría del amor y no el cansancio malo que es inseparable de la
amargura.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres